La culebrilla no es un mal esotérico

Foto extraída de www.saludunivision.com

Los casos de infección por el virus ocurren con una frecuencia de 5 por cada 1000 personas en el año a nivel internacional. Puede presentarse a cualquier edad pero es más frecuente en personas entre 60 y 70 años

Como parte del acervo cultural y nuestra identidad, son muchos los pueblos de Venezuela en los que se cree que la culebrilla es producida por esoterismo. Cuando preguntas a algún habitante de un pueblo, ¿Qué es la culebrilla? En seguida responden – Mijo, eso es un mal echado, vaya pa´ que un curandero le rece. Curandero es lo que ellos llaman médico espiritual, ese que con sapos, tinta china o hierba mora le mata el parásito o la víbora que va recorriendo el cuerpo de la víctima, pero ¿Que hay detrás de tan temible mito?

Se le conoce coloquialmente como culebrilla, pero su nombre científico es Herpes Zóster. Es producido por el virus varicela zóster causante también de la viruela y la lechina. El virus varicela se oculta en las neuronas sensitivas, estas se acumulan en los ganglios por toda la médula espinal y no genera daños hasta que se reactiva desplazándose por los nervios y llega a la piel. Sólo quienes hayan padecido varicela están propensos a sufrir del Herpes Zóster, por tal motivo no se contrae por bañarse en aguas estancadas o ríos ni por brujería.

        La culebrilla figura en el imaginario colectivo de distintos países, entre ellos Venezuela, Argentina y México como uno de los males que un brujo le hace a otra persona para causarle daño, también se cree que es sanado por curanderos. La creencia de que un médico espiritual lo sana con rituales no tiene asidero ya que según la información publicada en el artículo “Herpes zóster o culebrilla” de la página web de Proyecto Salud de Argentina en Febrero de 2014, este virus no tiene cura y debe ser atendido por médicos especialistas.

Aunque los mismos expertos saben que es una enfermedad derivada de la varicela y no un trabajo o maleficio, son muchos los casos en los que los profesionales de la medicina recomiendan al paciente visitar a un curandero. Así lo publicó el Dr. Rubén Quijano en un trabajo de investigación realizado en Buenos Aires, el 13 de diciembre de 2004, sobre los métodos para curar el mal de ojo, el empacho” y la Culebrilla.

Asimismo el Dr Quijano publicó en la web de la Sociedad Argentina de Medicina Antropológica y en base al trabajo de campo antes mencionado, que el porcentaje de los que creen, conocen y curan los males como culebrilla, empacho y mal de ojo, recurriendo a los remedios caseros es elevado “Más del 90 %, contándose en la misma proporción con un curador en el seno familiar, esto es independiente del nivel de instrucción”.

De acuerdo con lo descrito en el artículo “Tratamiento y cura de la mítica culebrilla” publicado por el diario argentino Veloz el 7 de Febrero del 2015, la utilización de un sapo o tinta china puede causar infecciones.

Dentro del artículo antes mencionado se destaca que los tratamientos empleados por los curanderos podrían resultar perjudiciales para el paciente. Por una parte porque el sapo no es esterilizado y por la otra dependiendo de los componentes químicos que tenga la tinta, es de sumo riesgo exponer las úlceras a un compuesto que no es un medicamento,  aunque puede que por casualidad alivien el dolor.

Asimismo en este artículo se hace mención de que la afirmación popular que sostiene que al unirse las marcas de las ampollas (la cabeza con la cola de la culebrilla), resultaría fatal para el paciente, pertenece al plano de la creencia.

            Según el Dr. Alberto Cormillot en una entrevista realizada en el noticiero argentino C5N el 19 de febrero de 2014, el sistema inmunológico mantiene el virus de la varicela inactivo pero en un momento dado ya sea, cuando bajan las defensas, por el paso de los años, por corticoides, por golpes o por estrés, ese virus sale del ganglio y produce una inflamación en el nervio sensitivo generando la aparición de ampollas, específicamente en el área intercostal.

Video extraído de Youtube : Noticiero C5N

             Por su parte el Dr Nelson Dellan, médico internista de la Clínica Atias de Caracas  explicó que el zóster se evidencia dos o tres días después de que llega a la piel, las ampollas son similares a la varicela, causan picazón y dolor, estas se van esparciendo hasta que las ampollas se rompen formando ulceras, posteriormente las ulceras comienzan a secarse formando costras y estas se desprenden después de dos semanas dejando la piel rosada.

Foto: salud.univision.com

            La Fundación del Centro de Estudios Infectólogicos de Argentina (FUNCEI) expone en su página web que al paciente afectado se le puede recetar un tratamiento de antivirales, entre ellos aciclovir y valaciclovir. Estos fármacos pueden disminuir el malestar, los dolores, además pueden reducir el proceso de cicatrización y demorar la reactivación del virus.

            El artículo “Herpes Zóster o Culebrilla” publicado en la página web de Proyecto Salud de Argentina en Febrero de 2014, explica que el virus se presenta en adultos mayores de 50 años o en personas con trastornos inmunológicos, asimismo expone que si alguna persona tiene contacto con las ampollas de un afectado por el zoster,  se contagiará de varicela y no de culebrilla.

En Junio del 2006 la Food and Drug Administration de los Estados Unidos (FDA) aprobó una vacuna contra la culebrilla llamada Zostavax, para pacientes mayores de 50 años. Después de estudiar más de 35.000 casos de adultos durante un período de 5 años los  resultados fueron favorables.  A través de esta vacuna los casos de culebrilla disminuyeron un 51%. Asimismo el 61% sintió alivio a las molestias y dolores. Los resultados de estos estudios fueron publicados en The New England Journal of Medicine.

Actualmente en Venezuela se cuenta con esta vacuna, en la página web Vacuven.com del primer centro de vacunación venezolano así lo especifica. 

            De acuerdo con la información obtenida en la página web de la Fundación del Centro de Estudios Infectólogicos de Argentina (FUNCEI), las áreas más afectadas por el zóster son: La espalda cuando el virus afecta los nervios intercostales, el tórax y la cara cuando el virus se aloja en el nervio trigémino del ojo. Sí la culebrilla aparece en la cara el paciente debe acudir a un oftalmólogo para evitar una ceguera temporal o permanente o a un otorrinolaringólogo para que no corra riesgos de perder la audición.

          Como cualquier otra enfermedad el zóster puede generar consecuencias graves sino es tratado a tiempo. Según datos del artículo “Herpes Zóster o Culebrilla” publicados en la página web de Proyecto Salud de Argentina en Febrero de 2014, The National Institute of Neurological Disorders and Stroke (NINDS) explica que si la infección afecta algún nervio facial puede producir una parálisis temporal, asimismo señalan que en las personas mayores los síntomas pueden perdurar en el tiempo aun cuando el brote haya desaparecido.

          Estos síntomas perdurables en el tiempo son los que ocurren cuando el Hérpes Zóster produce la Neuralgia Post- Herpética, considerada por el (NINDS) como una persistencia de síntomas sensoriales es decir, dolores, hipersensibilidad local o como uno de los dolores más agudos que conozca el ser humano. El afectado presentará dolores intensos de cabeza que conducirán al insomnio, en otros casos a la depresión y pérdida de peso.

La aparición de la Neuralgia Post-Herpética es poco frecuente en pacientes menores a 60 años lo que equivale a un 10%, a diferencia de las personas mayores de 60 años donde si se evidencia en el 40% de los pacientes.